martes, 30 de octubre de 2018

PRETENDO SER EL TATARANIETO SEGUNDO DE ALGÚN VECINO DE BORGES

Mostrando Pretendo ser el tatara...

Estuve pensando seriamente las palabras que debería utilizar para parecer un gran escritor. ¿Cuáles son esas definiciones que me harían pasar por culto y de esta manera evitar que la gente descubra que en realidad soy un pelotudo?

A todos nos ha pasado de leer libros que invitan a agarrar un diccionario para poder entenderlos. Obviamente no reniego de eso, ayudan a culturizar, pero confieso que me niego un poco a perder esa escuela que me enseñó "el coso que va dentro del cosito y te hace sentir cosas que ningún otro coso te hizo sentir antes".

Tengo redes sociales y también un blog -no sé si este último cataloga de red social- donde publico frases y cuentos, y la realidad es que no me considero un escritor. Solo tengo ideas que me gusta plasmar en letras de la manera que salgan, bien o mal.

Supongo que muchos ya me descubrieron, pero puedo ver qué otros aún no y siguen leyendo mis farsas.
Por lo tanto, para seguirlos engañando, enumeré una serie de palabras que me parecen vitales para poder aparentar y pretender ser el tataranieto segundo de un vecino de Borges. Esto lo realizaré a riesgo de nombrar ciertas palabras que al lector le resulten tan obvias que me dejen a mí en un papel de bruto, líder de algún club de fans de la ignorancia.

Ahí va el listado:
- Efímero, la mayoría sabe que significa pero de chico al escuchar los redondos me parecía una palabra difícil.
- Hastío, esta palabra me suena a iglesia, no se porque.
- Lienzo, pero 'Lienzo" cuando se usa metafóricamente, como "Esa noche dibuje besos sobre el lienzo de tu piel" (guau alto escritor).
- La palabra Converger, que la podría escuchar tranquilamente como una marca de desinfectante.
- Anaqueles, esta me suena a dentadura, "me duele el que está entre el colmillo y el premolar, el anaquel."
- Bienquisto, que debe ser un quiste que no es maligno.
- Engullir, situado en alguna ciudad de Francia, en Gullir.
- Morigerado, esta la usaría como un insulto, "¡concha tu madre morigerado del orto!".
- Gregario, ideal para apellido de algún vecino viejo, "Don Gregario"
- Mi palabra favorita, Rocambolesco. La decís en un evento y quedas tan nerd que podés excitar a Paenza.
- Execrable, conversación catalana "ese cable, ¿Cuál? ¡Exe!"
- Y por último Eximio, que por lo que averigüe no se refiere a alguien que antes era un mono.

Basta, suficientes términos por hoy, podría seguir con muchas tantas otras palabras pero no quiero aburrir. Ahora, el objetivo sería escribir una historia aplicando estas palabras para recibirme finalmente de un escritor culto y dificultoso.

Pero la realidad, es que seguramente fracase en el intento y siga siendo el mismo escritor mediocre que estás leyendo, este escritor que roba palabras del diccionario y se burla de su fonética.

Sin embargo, aunque no pretendo salir impoluto de estas confesiones de pecador culposo, prefiero anteponer la valentía por delante de los términos y seguir escribiendo aunque a muchos no les interese, escribiré por gusto, por disfrute y por descaro.

Hay que animarse, si no nos animamos quedamos siempre en la puerta del placer, con ganas de entrar pero creyendo que esa casa no nos pertenece. Yo tampoco sé si este es mi hogar, pero estoy convencido que siempre hay un sillón en el living de nuestro amor que nos hará un lugarcito para tomar mate amargo con biscochitos.

@Cuento_Veloz

No hay comentarios.:

Publicar un comentario